Actualmente, casi todas las actividades que realizamos tienen consecuencias directas en el medio ambiente. No lo notamos, pero las implicaciones que tiene nuestro estilo de vida sobre nuestro entorno son muchas: Malgasto de recursos naturales valiosos  

  • Contaminación de las aguas 
  • Contaminación del aire 
  • Generación de residuos 
  • Deforestación y pérdida de biodiversidad 

 

Cada día es más importante concientizarnos de cada decisión de consumo que tomamos.  

Cuidar nuestro planeta y entender la importancia de mejorar el lugar que dejamos para las generaciones que vienen puede hacerse desde nuestra propia casa. El primer paso es adoptar hábitos de vida sostenibles. Esto implica revisar nuestras actividades y costumbres diarias. 

También podemos pensar en hacer mejoras para que nuestra casa sea más eficiente, desde sustituir las bombillas por LED o instalar mejores aislamientos, hasta renovar nuestra grifería para ahorrar agua. 

Pequeñas iniciativas pueden significar grandes beneficios. Tomando algunas medidas podemos evitar un mayor impacto en nuestro entorno y al mismo tiempo inspirar a los más pequeños a cuidarlo. 

Una casa ambientalmente responsable

 

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